sábado, 16 de noviembre de 2013

XLVI, de Versos sencillos -José Martí



            Vierte, corazón, tu pena
        Donde no se llegue a ver,
        Por soberbia, y por no ser
        Motivo de pena ajena.

            Yo te quiero, verso amigo,
        Porque cuando siento el pecho
        Ya muy cargado y deshecho,
        Parto la carga contigo.

            Tú me sufres, tú aposentas
        En tu regazo amoroso,
        Todo mi amor doloroso,
        Todas mis ansias y afrentas.

            Tú, porque yo pueda en calma
        Amar y hacer bien, consientes
        En enturbiar tus corrientes
        Con cuanto me agobia el alma.

            Tú, porque yo cruce fiero
        La tierra, y sin odio, y puro,
        Te arrastras, pálido y duro,
        Mi amoroso compañero.

            Mi vida así se encamina
        Al cielo limpia y serena,
        Y tú me cargas mi pena
        Con tu paciencia divina.

            Y porque mi cruel costumbre
        De echarme en ti te desvía
        De tu dichosa armonía
        Y natural mansedumbre;

            Porque mis penas arrojo
        Sobre tu seno, y lo azotan,
        Y tu corriente alborotan,
        Y acá lívido, allá rojo,

            Blanco allá como la muerte,
        Ora arremetes y ruges,
        Ora con el peso crujes
        De un dolor más que tú fuerte,

            ¿Habré, como me aconseja
        Un corazón mal nacido,
        De dejar en el olvido
        A aquel que nunca me deja?

            ¡Verso, nos hablan de un Dios
        Adonde van los difuntos:
        Verso, o nos condenan juntos,
        O nos salvamos los dos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son siempre bien recibidos